Arteterapia: una manera de mirar la vida
Cada uno llega al lugar en el que debe estar de diferentes formas. En mi caso, el arte estuvo presente en mi día a día desde muy pequeña. Las clases de coro, de artes plásticas y pequeños momentos puntuales en donde podía recitar poesía o hablar en público, era lo que le daba sentido a mi vida en el colegio. Cuando terminé esa etapa y tuve que decidir qué estudiar, no lo pensé mucho e ingresé a la universidad para convertirme en artista escénica.

Toda mi vida había sentido que el arte generaba algo en mí, algo a lo que nunca le puse palabras hasta mi último año de carrera, cuando conocí a un grupo de adolescentes con diversidad funcional e intelectual que hacían teatro musical. Para mí, ese fue el verdadero punto de quiebre en donde entendí que el arte iba más allá de la belleza, iba más allá de hacer reír a las personas, era una forma de ser y estar en la vida. El arte había sido mi medicina todo este tiempo y recién en ese momento pude ponerle palabras a lo que realmente quería hacer; arteterapia.

Poco a poco mi camino se fue estructurando y mi forma de ver y entender la vida se fue reforzando. Desde que me descubrí en la arteterapia, pude ponerle nombre a mi mirada (que si bien siempre había estado presente, recién de adulta me sentí totalmente capaz de entenderla y abrazarla). Y ahora, desde que formo parte de TAInte, siento que esta mirada se ha vuelto mucho más fuerte, más grande y más transparente. En TAInte partimos de que todos los seres humanos somos diversos, y que eso es lo más bonito que tenemos, y por tanto, es lo que nos vuelve personas. La diversidad es lo que nos permite ser únicos en la vida y a la vez, lo que nos une.
Creemos que para poder trabajar en el ámbito de la –frecuentemente llamada como- discapacidad, debemos partir de la capacidad de la persona. Si nuestra mirada parte de ahí, las cosas que podemos hacer son muchísimas. Si partimos de la discapacidad, estamos reduciendo a la persona y ya hemos comenzado creyendo que hay poco por hacer. La diversidad, en cambio, abre puertas, da pie a nuevos caminos, se convierte en una oportunidad, en vías alternativas para el aprendizaje significativo, genera espacios de encuentro y por supuesto, se convierte en recurso potencial para la transformación en la inclusión social.

Para TAInte, la arteterapia es una manera de posicionarnos ante lo humano. Es un disponerse a comprender la realidad de su existencia en relación a lo otro desde el acto sublime de creación por excelencia: la observación. Y el potencial de esta terapia, se centra en que: la creación deja de ser un acto sublime de intimidad para convertirse en una acción mediante la cual me muestro al mundo contigo o a través de ti (arteterapeuta) como testigo.
Hoy tengo una mirada que nace del centro de mi cuerpo y espera poder abrazar y sostener lo que suceda a mi alrededor, una mirada que disfruta de los colores diferentes, que encuentra belleza en cada rincón, una mirada más humana y que me ha permitido abrir el corazón.